Todos los elementos que componen un altar de muertos tienen su significado y simbolizan algo.
El Arco:
Realizado con carrizo de cañas, ramas de limonada o palma, hojas y tronco de plátano , flores de cempasúchil o flor de muerto, flores de papel crepé, banderitas de papel picado y donde cuelgan frutas y figuras de azúcar y cuya representación o significado es que el Señor (Dios) está con ellos.
Flor de Cempasúchil
Es la flor de muertos de los aztecas, fue lo que el Dios Huitzilopochtli les concedió como una forma de señalar las tumbas de los difuntos, esta flor es amarilla o anaranjada como el sol. Zempoal - Xóchitl significa veinte flores o flores de una sola cuenta y simbolizan la dualidad entre la vida y la muerte. En el altar pueden ir oras flores naturales o artificiales.
Sábana o mantel blanco
Representa la pureza. El mantel o frontal se adorna con pensamientos o epitafio
Veladoras y velas de cera pura encendidas.
Es junto con la flor de cempasúchil uno de los elementos principales, representa la religión católica y es el símbolo de la luz que expresa a Cristo caminando al cielo y la tierra, se colocan a los lados del camino de flores para ir guiando a cada una de la almas a su respectivo altar, ya que alumbran el camino de los difuntos a su llegada a las tinieblas. También se cree que la luz aleja todo mal que se interponga en el camino de las almas. Otro significado de las veladoras es que representen un lugar en la mesa para cada difunto, se coloca además una vela extra para él ánima sola, (espíritu) que vaga sola o sea los que no tienen familia. Las velas y veladoras de ser posible deben de ser de colores: las blancas para las vírgenes, las azules para los jóvenes, las verdes para los niños y las negras para los casados y adultos.
Fotografía.
De la persona a quien se dedica el tributo.
Objetos personales.
Indica la personalidad del difunto y pueden ser utensilios de trabajo así como ropa nueva ya que los muertos antes de reunirse en la mesa desean vestir sus mejores galas. A los niños se les pone juguetes de madera, palma o barco.
Imágenes de santos.
A los que fue devoto el finado o a quienes se les encomienda el descanso de su alma, se coloca al centro del altar, son dos imágenes que no pueden faltar: el Cristo de la Trinidad y la Virgen de Guadalupe.
Un camino de pétalos de flor de cempasúchil y piedras blancas
se coloca desde la puerta de la entrada hasta el altar como guía y aroma para que los muertos se acerquen al altar y recibir las ofrendas que ahí se les ponen.
Servilletas y manteles de papel china picado.
Se utiliza blanco para los niños y para los adultos negro, morado o de otro color de preferencia con la imagen de la muerte en situaciones diversas cantando, comiendo, vestida de gala, vestida de novia... pueden ser otras figuras: plátanos, flores,. El color que debe predominar es el morado porque significa luto.
Adornos mexicanos diversos.
Con el propósito de representar la alegría: banderitas de colores de papel picado, en una naranja, cadenas de papel.
Copal o incienso.
En sahumerio o cazuelas para purificar el ambiente y como guía para el alma de los difuntos. El copal indica que se recibe un alma ya juzgada y que goza de la gracia de Dios.
Agua (Algunos colocan agua bendita)
Para la sed, ya que los difuntos llegan sedientos por su largo viaje.
Sal.
Para evitar que lleguen ánimas negras o del mal. Para los sinsabores y altibajos de la vida.
Cruz de cal con limón.
Representa los cuatro puntos cardinales.
Vara de rosa
Para liberar al muerto del demonio o para ahuyentar a los malos espíritus.
Piñata de olla de barro.
Adornada con papel de china de colores.
Un moño de color negro.
Como símbolo de luto.
Calaveritas.
Pequeñas estrofas en rima que aluden a la forma de ser del muerto o que cuentan alguna anécdota de su vida. También se componen calaveritas a diversos personajes que están con vida a manera de burla.
Canasta de carrizo, ayate o morral.
Para que el muerto tenga donde llevar la ofrenda.
Huaraches
Calaveritas de azúcar.
Con el nombre de los amigos y parientes que participen en la puesta del altar. Ofrendas
Alimentos, significan las necesidades de los difuntos de fortalecerse para caminar en el más allá, hacia el lugar que habitan los dioses, los alimentos se colocan sobre una mesa en el centro de la casa en trastes o chiquihuites nuevos de preferencia. La comida debe ser la que le gustaba al desaparecido y tiene que ser muy aromática porque los difuntos se alimentan principalmente del aroma.
Entre los alimentos que no deben de faltar en un altar podemos mencionar: Frutas diversas (naranja, lima, mandarina, manzana, caña), verduras (chayóte, elote), dulces tradicionales ( calabaza, camote, calabaza en tacha, arroz con leche), platillos diversos (mole, asado, tamales, arroz, frijoles, tortillas, gorditas de maíz, atole, pan de muerto, champurrado, chocolate, café, aguas frescas, puros, cigarros, aguardiente).
LA COLOCACIÓN DE LAS OFRENDAS.
Con varios días de anticipación las familias se preparan para colocar la ofrenda. La ofrenda origina un intenso comercio de productos. Las ofrendas se colocan en los altares familiares o en mesas de uso cotidiano, las cuales se cubren con fina mantelería , papel de china picado, hojas de plátano o pétalos de hule según la costumbre de cada región. Sobre los manteles se ponen los diversos objetos de la ofrenda: flores diversas con sus respectivos floreros que pueden ser: cempasúchil, moco de pavo, mano de león terciopelo, flor de obispo, flor de todos los santos, nube, gladiola, margarita, o nardo, candelabros de loza negra, para los adultos o de colores para los niños, con sus respectivas ceras, una para cada difunto; sahumerios con copal o incienso,
hechos especiales para esta ocasión. Se ofrecen todos los alimentos que hayan sido del gusto de los difuntos, colocados en trastes o en chiquihuiles.
La ofrenda se adorna en muchos sitios con arcos de ramas verdes o plantas de plátanos, y esta precedida por las imágenes de los santos que son de la devoción familiar y fotografías de los parientes muertos,. En el caso de los niños muertos se les colocan dulces de " alfeñique", hechos de azúcar, los cuales toman diversas formas: animalitos,, canastitas de flores, zapatos, ánimas y ataúdes. En algunos lugares se les ponen juguetitos de barro pintado con colores brillantes, ya que piensan que los niños muertos también gustan de jugar durante la visita anual a su casa.
Al levantar la ofrenda de los adultos, se reparte la comida entre los niños, ya que se cree que las "animas" solo tomaron de los alimentos los aromas y la esencia. En ciertos poblados se convida algo de los alimentos de los difuntos a los músicos que, sin cobrar, van a las diferentes casas para tocar, cantar y rezar a los muertos. Este intercambio ritual de los alimentos trae consigo una fuerte convivencia que da cohesión social. Así se refuerzan los lazos familiares y amistosos de los pueblos y ciudades de nuestro país.
EL ARREGLO DE LAS TUMBAS.
Otro de los aspectos más importantes de la celebración es el arreglo de las tumbas. Con varios días de anticipación los hombres se entregan o encargan de limpiar el panteón, participando en faenas comunales reconstruyendo los sepulcros de tierra, pintan aquellos que están hechos de piedra o de manipostería, colocan nuevas cruces de madera, adornan las cruces con pétalos de cempasúchil, adornan las tumbas con cruces formadas de pétalos de cempasúchil esparcidos por el suelo, con mosaicos hechos de flores de diversos tipos, con ramos, coronas, candelabros con velas, veladoras, sahumerios con copal o incienso, canastas con ofrendas o pequeñas casitas hechas con palma y ramas, como sucede en Chilac, Puebla.
En muchos sitios la creatividad popular se manifiesta de manera patente, resultando tumbas que son verdaderas obras de arte, como sucede en San Antonio, Tecomitl, poblado perteneciente a la delegación de Milpa Alta.
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